viernes, 12 de diciembre de 2014

El espacio de la poesía en la publicidad

El título de la entrada se refiere a un anuncio escrito por Víctor Botas (1945-1994), publicado en la Nueva España, en el que destaca la especificidad con la que se trata el lenguaje para atraer al público y epatarlo. A continuación reproduzco el poema, el orden del poema se encuentra alterado para su mejor comprensión, y comento ciertos aspectos que me parecen destacables:
En aquella Bagdad de Las Mil y Una Noches
                                     un rico mercader de luengas barbas
                            quizás te ofrecería
                            lentas ropas de púrpura o sedas temblorosas  
                           tan frescas como el agua.
                           Pero esto no es Bagdad  
                           ni tampoco nosotros
                           un rico mercader
                           (has de fijarte: en Pigüi no tenemos
                          Siquiera un mal mostacho que llevar a la boca).
                          Así que sólo moda de esa
                         «pret-a- porter» podemos ofrecerte:
                          moda igual a la de
                          alguna que otra tienda no son muchas
                         de esta ciudad prosaica y burguesota
                        (Bueno, igual del todo no:
                         lo nuestro ya me entiendes suele ser
                        un poquitín distinto.
*     
Al leer el poema, destaca el tono fantástico y subjetivo con el que el poeta tiñe la composición desde el comienzo mediante la adicción de la letra capital tan propia de los cuentos y las referencias que encontramos a lo largo de él al cuento de Las mil y una noches del que proviene muchos otros como el de Aladín y el genio de la lámpara o Simbad junto a estas referencias míticas encontramos vulgarismos y arcaismos como: burguesota o luengas que rompen con esta ilusión, lo cual hace que el lector experimente cierta sensación de sorpresa o lenguaje específico de la industria de la moda como el galicismo pret-a- porter que acercan al lector al mensaje final que trataba de transmitir el autor. También es relevante comentar el diminutivo poquitín tan propio del asturiano y el sintagma ¨ya me entiendes¨ que muestra una gran complicidad con los posibles lectores del anuncio.
 En otro orden de cosas, además del lenguaje, me gustaría comentar el final que es tan propio de la poesía de Víctor Botas, este final anticlimático deja al lector con una gran incertidumbre porque rompe con las expectativas que se había ido formando a lo largo de la lectura del poema puesto que esperaba un happy ending con moraleja al modo de los cuentos, y se encuentra con un paréntesis que da una pista al lector de que podría prescindirse de él ya que supone una especie de réplica a todo lo dicho anteriormente. 
 Por último, debo añadir que el anuncio en forma de poesía logra un efecto de desfamiliarización en el lector que hace que lo lea hasta el final aunque no cumple la máxima de la publicidad y del periodismo: ¨lo que no es imprescindible es innecesario¨  consigue sorprender al lector mediante el lenguaje tan intrincado que usa y ese uso metafórico tan característico de las metáforas, es importante resaltar el final anticlimático y el eslogan en grande al final del poema. Estos elementos hacen que el lector se impregne de la idea de que la tienda es ese lugar tan exótico, pero a la vez tan pragmático que se va a encontrar en Pigüi.












     

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