El anuncio promociona el coche de la compañía Seat, del año 2007, se basa en El relato de Julio Cortázar titulado Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj que forma parte de Historias de cronopios y de famas (1962) sirve de inspiración para el
anuncio del Seat León: ¿Quién posee a
quién? (¿who owns who?). El componente literario de este comercial es muy
intenso porque el narrador de la historia que se cuenta en él mismo, secuencia
narrativa básica en 1´´ 12´, no es otro que el propio Cortázar que un fragmento
de su preámbulo, que constituye la idea principal que trata de transmitir el
anuncio; es el siguiente:
¨Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te
regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire.
Te regalan algo que es tuyo, pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo
con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan
la necesidad de darle cuerda para que siga siendo un reloj. Te regalan -no lo
saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan el miedo de perderlo, de que
te lo roben, de que se caiga al suelo y se rompa. Te regalan la tendencia a
comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el
regalado¨.
Este texto
que se puede escuchar a lo largo del texto es muy sorprendente por el gran número de metáforas paradójicas que
hacen referencia al hecho de poseer un coche (porque es él quien te posee a ti),
por la historia tan completa que relata en un tiempo tan breve y por la voz en off del propio Cortázar. A pesar de que,
a simple vista, el anuncio no consigue el efecto persuasivo adecuado debido al
eslogan¨ ¿Quién pertenece a quién?¨ y al propio texto del anuncio; este si se
logra porque examinando el texto del mismo con algo más de detenimiento se
llega a la conclusión de que el coche y su relación con los hombres especialmente (matiz sociológico importante) es un hecho imprescindible y prácticamente
necesario para cualquiera de nosotros porque esa relación personal de posesión
o de amor- odio se asume con la compra del propio coche porque trae más
alegrías que desgracias, a largo plazo, al igual que cualquier dispositivo
electrónico con el que todos tenemos una relación de co-dependencia debido a su
gran utilidad y que todo el mundo asume con naturalidad, pues esta relación o
incluso una más cercana, si cabe, se da entre un hombre y su coche.
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